Descripción
- Instalación sencilla en segundos
- Aviso acústico y visual
- Detección de dióxido de carbono (CO2) del aire viciado
- Vigilancia de oficinas abiertas, talleres, etc.
- para todas las salas en las que se pasa mucho tiempo de forma habitual
- Debido a la exclusiva acústica No es tan adecuado para las aulas como el semáforo de CO2.
- Recordatorio fiable para ventilar regularmente
Las alarmas de la serie D detectan niveles elevados de CO2 en espacios interiores donde hay un gran número de personas. Por lo general, se trata de aulas, salas de conferencias, salas de reuniones, pero también de instalaciones de producción, oficinas abiertas y, en general, salones de actos.
1400 ppm de CO2 en el aire de la habitación ya se considera "aire muy malo", la concentración máxima en el lugar de trabajo MAK en Alemania es de 5000 ppm, por lo que el GX-D1 avisa con su fuerte señal acústica ya a partir de 2500 ppm para que se ventile ampliamente la habitación.
Si tienes que respirar aire viciado y malo todo el tiempo, te cansas y pierdes tu capacidad de rendimiento y concentración. Esto se nota especialmente cuando se aprende y se trabaja.
El sistema inmunitario también se debilita de forma apreciable, lo que sin duda se aprecia en el mayor número de días de enfermedad en las oficinas y aulas abiertas.
Lo mismo ocurre con los aerosoles, que no se pueden detectar directamente, pero el aumento de la contaminación por CO2 es al mismo tiempo una medida del aire cargado de virus.
El GX-D1 no puede evitar la infección, pero al menos puede reducir significativamente el riesgo.
El único remedio es la ventilación regular, que a menudo se olvida. Aquí es exactamente donde entra el avisador GX-D1. No sólo advierte del aumento de las concentraciones nocivas, sino que también le educa para ventilar a tiempo, incluso antes de que suene el tono de advertencia.
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